El cordero es una de las carnes que por estos días me encuentra con cierto favoritismo. A la parrilla, con el debido tiempo y ritual de toda cocción a las brasas, con la charla amena y el mate amigo, con un vino especial, regalo de la tierra del norte y de allí traído de regalo para nosotros, una noche de buen comer.
La guarnición de papas, morrones, cebollas y demás, también asados. Poco misterio, algo de sal, dos gotas de aceite y a disfrutar.
La guarnición de papas, morrones, cebollas y demás, también asados. Poco misterio, algo de sal, dos gotas de aceite y a disfrutar.
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