jueves, octubre 11, 2007

Lomito de Atún con puré especiado

El tiempo no pasa, o sí. Las buenas costumbres se afianzan, y quizás algún día (o alguna noche) las pasemos a otros, a los nuestros. Jueves de Pescado, toda una institución para nosotros.

yo preparé la criolla, tomate (somos ricos), cebolla, morrón, provenzal, sal y pimentón colorado. Ale se salió con puré de papas con ajo y perejil.

El vino, lo que quedaba del posteo anterior.

Pechito con morróngüevo

Si ud. llega a su casa a las 4am. No se fue de farra, a esta altura su esposa preferiría eso, acaso sería algo más terrenal, más creíble, más humano. Pero no, ud. se queda trabajando. No, no son horas extras. Es por la misma suma de siempre. Si a ud., le pasa eso, luego tiene que hacer una comida de punta a cabo, o de cabo a punta, el orden de los factores facturan lo mismo. En verdad, le tocarían cosas más grosas. No sé, un viaje, un compacto, flores, un vestido o todo eso en ese orden, o en otro orden. El orden o desorden de los sumandos no es tan importante como los restandos (se dice sustraendos).

Bueno, critique y piense lo que quiera. Al fin y al cabo no hay muchos lectores de estas líneas y menos son las repercusiones de estos posteos.

Me preparé todo, hasta la salsa esa con miel, cebolla, cerveza y mostaza. Provoleta y morrón con huevo adentro. Ah, y la infaltable ensalada. Ah y más infaltable el tinto. Víña de Narváez. No es del candidato a gobernador. Es mío, era. Lo ganamos con la Ale por llamar a Al Pie del Carbón.

Matambrito de cerdo con cebollas asadas

Una vez más cerdo a la parrilla. Un corto fino. No fino porque sea de jáisosáieti. fino porque no es grueso. Matambre de cerdo asado a fuego lento, tan lento como para asar cebollas en rodajas.

Alejandra siempre matizando con sus ensaladas y coronamos con un excelente vino: Finca Flichman Syrah Roble.

Ex lecho del Río Mendoza, la finca de barrancas presenta un suelo dominado por cantos rodados que es ideal para la mejor expresión del cepaje syrah. La vinificación se realiza en tanques de acero inoxidable.

Color rojo extremo, casi morado. A nariz hay especias como el clavo y la canela, con suave sabor a madera. La boca es plena y suave con coco y frutas secas.

Salmón Rosado con berenjenas capresse

Jueves, obligación de pescado. Hace tiempo que quería probar el salmón rosado. Carito, caro, carísimo. Bueno, quizás sea el precio que vale. Pero no vale la pena. Es el más grasoso de los pescados. No lo digo yo, lo escribo yo. Lo escribo por pata de ganso. De todos modos lo disfrutamos, porque lo hicimos a las brasas con leña. Acompañamos con berenjenas asadas capresse y salió una buena combinación.

El vino tinto y mío. No solo porque lo compré, sino porque lleva mi nombre. ¿Se ve? Vino rojo, añejado en barricas de roble. Elaborado artesanalmente en Valle Sud del Atuel, General Alvear, Mendoza.

En suma, muy buen pesacado, grasa de clase alta. Buen vino, de Mendoza y mejor nombre. La única compañía posible, y un jueves de pescado más.

Métale al fósforo nomá.

Pizza con Champagne

Me faltaba meter las manos en la masa. Así, literal, completamente. Y llegó el día. Yo estaba plácidamente engatusado por la internet, adicta compañía de cada momento libre (de otro modo no estaría hecho esto blog). Una dulce voz, la dulce voz, me pregunta si quiere amasar pizza. La tentanción de decir no, seguir ahogado en la red de redes, y luego reclamar que la dulce voz no me enseña a amasar pizza es grande. Pero ya vine haciendo eso por largo tiempo. Consecuencia, manos a la masa, lógica consecuencia.

Amasar me parecía toda una complejidad. Y en el momento de hacerlo, me dije, estos que amasan se la llevan fácil. Pero ahora no me recuerdo ni los pasos, ni las cantidades, ni nada. Ya lo recordaré y les daré la receta.

Pizza con champagne, una fórmula para denominar los años fáciles de las importaciones baratas y la maquinita de producir dólares a granel. La pizza de siempre, pero acompañada de burbujeante francés. Imagen y caricatura de la burguesía de los años noventa.

Cordero Asado

Esto es casi un clásico. Cordero entero, pequeño pero entero. Encima me lo vendieron sin abrirle el esternón. Y ya era hora de ponerlo al fuego. Porque fue un viernes, motivas para festejar algo en familia. Así que, cuchilla en mano y a modo de hachazos, zas, abierto.

Fuego lento, bien lento. Había chorizos de pollo y de cerdo con gancia. Pero el plato fuerte fue cordero. Casi tres horas de cocción. Tirando del hueso, se caía la carne con suave desliz, señal de una cocción pareja, dócil, completa.

El vino tinto de primer nivel, no salió en la foto, pero creánme que fue de los mejores que se tomaron en casa.

Arroz del Bosque

Ensalada cruda. De lo que sea, no importa mientras esté bien lavada. Nunca se sabe cómo uno está con la toxo, y quizá te caiga de imprevisto una embarazada a comer. Si bien es poco probable, mejor lavar bien todas las hojas verdes. La idea de la ensalada es comerla antes de la comida. No sólo va dando saciedad, sino que además protege el sistema inmunitario intestinal que es atacado por las comidas cocidas. Bueno esto último los digo yo, y la verdad que no creo que sea verdad. Pero si se debe proteger, algo o alguien lo debe atacar, ¿no?

Luego, el arroz del bosque. No es cualquier arroz. Es integral. Cocción lenta, lentamente agregando agua y el toque de distinción con los hongos. Por eso le llamamos del bosque.

El vino sanjuanino, pero no resero. Finca Las Moras. Ciento por ciento Malbec. Proviene de un clima desértico, por lo que resulta de buen cuerpo, dosificado con delicados frutos rojos. Humo y vainilla redondean un excelente sabor y balance con un inteligente paso por roble.

Postre. Sí, postre también. Frutillas, kiwis y pasas de uvas. La Ale es así, se mandó esta comida, balanceada, completa, diferente, inteligente, sabrosa. Tal como es ella. Yo no hice nada, bueno elegí el vino y me vacié la copa, y los platos. Ah, y subí esto al blog.