Jueves, obligación de pescado. Hace tiempo que quería probar el salmón rosado. Carito, caro, carísimo. Bueno, quizás sea el precio que vale. Pero no vale la pena. Es el más grasoso de los pescados. No lo digo yo, lo escribo yo. Lo escribo por pata de ganso. De todos modos lo disfrutamos, porque lo hicimos a las brasas con leña. Acompañamos con berenjenas asadas capresse y salió una buena combinación.
El vino tinto y mío. No solo porque lo compré, sino porque lleva mi nombre. ¿Se ve? Vino rojo, añejado en barricas de roble. Elaborado artesanalmente en Valle Sud del Atuel, General Alvear, Mendoza.
En suma, muy buen pesacado, grasa de clase alta. Buen vino, de Mendoza y mejor nombre. La única compañía posible, y un jueves de pescado más.
Métale al fósforo nomá.
El vino tinto y mío. No solo porque lo compré, sino porque lleva mi nombre. ¿Se ve? Vino rojo, añejado en barricas de roble. Elaborado artesanalmente en Valle Sud del Atuel, General Alvear, Mendoza.
En suma, muy buen pesacado, grasa de clase alta. Buen vino, de Mendoza y mejor nombre. La única compañía posible, y un jueves de pescado más.
Métale al fósforo nomá.
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