domingo, junio 10, 2007

Fondiú de Queso

De recetas de fondiú (o fondue) está llena la red. Bueno, la red está llena de muchas cosas. No es una visión crítica ni mucho menos. En tal caso es la licencia que permite la existencia de este blog (y de los otros también).

Siempre en la búsqueda de lo diferente, de la experiencia (y no siempre tan sano) caimos en la preparación de la fondiú.

Con base en varias de las recetas onlain, rallamos 600 gramos de queso (450 de fontina y 150 de queso de campo). Medio litro de vino blanco a hervir con el queso rallado. Revolviendo en ochos, un consejo rescatado del olvido. Lento el fuego, lenta la cocción, el vino se va evaporando y la fondiú va tomando forma. Pero es necesario que quede más espesa. Eso se logra con fécula de maíz. El secreto para evitar la formación de grumos es mezclar la fécula con el líquido, que se elija (nosotros usamos leche y licor), en frío. Se agrega a la mezcla y se sigue revolviendo en ochos, aunque ya sean cerca de las nueve. Aderezamos con pimienta y a la mesa.

Con anterioridad cortamos salchichas de viena, jamón cocido, lomito, zanahorias, brócoli, pancitos en aceite y tomates cherry. Todo listo para degustar fundido en queso.

El vino, blanco, Castel Chandon, un clásico para nosotros.



Los comensales invitados ya habían degustado este plato en un afamado restaurante especializado en fondiús, y han declarado que han comido mejor en casa.

Para el postre trajeron unas masas finas. Acompañadas con café tico (de Costa Rica) orgánico recién molido y con ron guatemalteco y licor de café. La foto final tiene ameritación en la paradoja de lo engordante de las masas y lo dietético del endulzante.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Simplemente y para envidia de todos los amantes de los buenos quesos, la fondiú marca registrada Ale-Gabi ES-PEC-TA-CU-LAR