El domingo pasado volvíamos del supermercado. Ya era medio tarde como para preparar algo, así que o quería pedir pizza. Pero dije: "me comería una pizza", creyendo que con el poco tiempo que quedaba para la cena la íbamos a pedir. Círculo perfecto de grasa grasienta de pizzería de barrio. Pero no. Teniendo a la Ale en casa, todo es casero. Apenas si dio el tiempo para que se enfriara el vino balnco espumante.
Ale amasó y lavó la rúcula. Yo preparé un poco de salsa, y agregamos un poco que nos había regalado mi hermana que las prepara artesanalmente. Rayé la muzzarella y agregué mi toque colesterolísitico con la panceta.
Ale amasó y lavó la rúcula. Yo preparé un poco de salsa, y agregamos un poco que nos había regalado mi hermana que las prepara artesanalmente. Rayé la muzzarella y agregué mi toque colesterolísitico con la panceta.
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