
Buenos Aires te regala días de primavera aún en invierno. Un salida a horario de la oficina y la posibilidad del momento mágico de cenar en familia.
Siguiendo con la nueva costumbre de "Jueves de Pescado" compré un gatuso grande. Lo hice a la plancha, previa maceración en limón, con romero, orégano y tomillo picadito. Pero primero piqué una cebolla, dos tomates peritas, una ají amarillo y uno verde. Aceite de girasol y la criolla lista. Quedó colorida, ¿no?
Las papas a hervir, cuando el cuchillo las atraviesa de lado, están listas para comer. Un toque de perejil como los maestros chef.
De acompañamiento una ensalada de radicheta, rabanitos, kanicama y tomate, condimentada com gomasio, aceite, limón, semillas de girasol y un aderezo de mostaza, aceite, limón, vinagre y pimienta fato por la Ale.
El vino, siempre será tinto por recomendación cardiológica, de Benjamín Nieto Senetiner: Malbec. Rojo granate intenso, joven, brillante e intenso con aromas de ciruela madura y mermelada de frutos rojos. De paso por roble, elegante y equilibrado. Taninos suaves con largo final de boca.
Un jueves de agosto diferente, con sol agradable y mientras atardecía la labor de elaborar los manjares que aglutinan a una familia, que entre plato y plato, disfruta de estar juntos.