El wok es un elemento para la cocina que cuenta con miles de años de tradición asiática. Tiene algunos secretos, como echar el aceite (de oliva) en los costados y dejarlo que vaya cayendo hacia el centro, o como el orden de prelación de la colocación de la cocción, o como el ehco de que nada se quita de la cocció, echado al wok, allí se queda hasta servirlo.
Alejandra tomó un curso en el que le comentaron todas estas cosillas, e intentó emular a su ticher. La idea es tener todo cortadito para ir vertiendo al utensillo del este. Por orden de ingreso a la cocción: cebolla, morrón rojo, morrón verde (imagino que no habrá problemas en ingresar el rojo antes que el verde), chauchas (no, no me voy), zanahorias, repollo blanco (si va rojo, ¿irá antes que las zanahorias?),mejillones pelados y cocidos (con ce, no cocinados con nada que se llame ce, pero es para que nadie escriba cosido, que es un parónimo con ese), hongos secos "shitake" previamente hidratados (son carnosísimos), tomatitos (de Agustina Cherri), todo condimentado con salsa de soja, jenjibre y sal marina.
En total 20 minutos de fuego y a servir, mientras yo me tomaba el primer sorbo de mi tinto permitido. En esta oportunidad un orgánico, Tempranillo de viñas de Alto Salvador.
Los Jueves de Pescado que pegan en el palo, porque no cociné (lo hizo Ale) y no había pescado (los mejillones son moluscos -creo-). Pero las reglas las establezco yo, y queda decretada la continuidad de los Jueves de Pescado.
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